Encuentros en la tercera fase
¿Creéis en los extraterrestres? ¿Creéis que existe vida en planetas girando alrededor de estrellas lejanas, y con una tecnología lo suficientemente avanzada como para recorrer inmensas distancias en un tiempo razonable y llegar hasta aquí? ¿Creéis que esos seres viajan esas tremendas distancias para aparecer apenas unos cuantos segundos, haciendo prácticas de vuelo con sus ultratecnológicas naves espaciales? ¿Y luego se van? Aunque quizá creáis que ya están aquí, y hacen experimentos con nosotros, o nos observan desde la luna, o nos abducen para satisfacer según qué fantasías clínicas y no tan clínicas. Es posible que os los hayáis imaginados altos, bajos, verdes, transparentes, etéreos, estilizados, y con orejas o sin ellas. Sea como sea, yo en quien no creía era en Cereal.
Así es. Sin pruebas sustanciales que lo apoyaran, la existencia de Cereal suponía para mí más una hipótesis que una realidad. En esas hipótesis, Cereal era el alter ego de Miriam, o quizá algún tipo de amigo invisible. O también era una proyección digital de su yo real, como las autoimágenes residuales de Matrix. ¿Existía de verdad o era simplemente una imagen que habitaba en nuestras mentes?
¡No, amigas y amigos! ¡Cereal existe! ¡Yo lo he visto! ¡He aquí la prueba! (Cereal es el de naranja, claro).
Y es que este sábado pasado, había quedado con Miriam a las 17:17 del número 17 de la calle Carranza para concretar un plan improvisado que incluía contarnos las chorrocientas cosas que nos habían pasado en estos días. Cuando llegué al lugar indicado, y tras una breve espera, apareció Miriam con… ¡Era imposible!
— Hola, soy Cereal, vengo en son de paz. Y he pensado que podríamos dar una vuelta por ahí viendo las vacas del Cow Parade.
Yo me quedé estupefacto, y sólo pude balbucear unas pocas palabras:
— Me he dejado la bate… batería de la cá… cámara en casa…
Así que tuvo la amabilidad de acercarme a casa con su nav… con su coche, y así pudimos empezar la bovina ruta por Madrid.
Ya para terminar, además tuvo la gentileza de invitarnos a un café en la novena planta del Corte Inglés de Callao, que no conocía, y que ofrece unas vistas de Madrid increíbles. Tengo que volver y sacar unas fotos…
En definitiva, que sigo sin creer en alienígenas visitantes y abductores (aunque sí creo en la vida en otros planetas), pero ahora sí que creo en Cereal (¡vaya mes de encuentros en la tercera fase!).
Lo que me pregunto es si vendrá a la cena de postaleros/blogueros que tenemos preparada para el próximo viernes 23 de enero, a las 21:00 en la Plaza de Tirso de Molina, para comer en El Inti de Oro. ¡Estáis todos invitados!
a la caza de la luz, es bueno echarse unas risas, what is the matrix
¡¡Qué venga!! Qué yo quiero conocerle!!! Animate!!
Je, je, je… ¡tu entrada es bueníiiiiiiiisima!!!
La verdad es que yo tamién me había planteado muchas veces si el maravilloso Cereal existía… je, je, je… 🙂
Congratulations por todo… por haberlo visto y sobretodo, por haberlo fotografiado!!!! 😛
Eh! No estoy tan loca. Por el momento no me invento a mis amigos :)Aunque hay un tal Miguel que… para mi no existe…!! 😛
Gran post, Wil.
Seguro que recorristeis 17 calles, os tomasteis 17 copoas y os contasteis 17000 historias. Muy ocurrente el post, si señor. En fin veo que todo el mundo en este santo » hospital» evoluciona favorablemente. Y eso hay que celebrarlo. No estaré, pero ya sabeis que me debeis una. Un abrazo a todos.
@ivich 🙂
@Lusika Muchas gracias 😉
@Miri Muchas gracias 😉
@antonio ¡Y 17 tapas! 🙂 Muchas gracias. Si paras por Madrid avisa y salvamos la deuda 🙂
Me quedo más tranquila si das fe de que Cereal existe… xD
Por cierto, a ver si me doy una vueltecita por Madrid para ver las vaquitas 😀
Besotes!
@iPodGirl ¡Estás invitada!
No, Miri no está TAN loca. Pero no os culpo, yo a veces también creo que no existo.
Nice to meet you, Wil.
@Cereal Existes, pero como parte de Matrix 🙂 The Matrix has you…
My pleasure, sir…
@Cereal: ¿TAN? Uyuyuy, esto lo vamos a tener que discutir en privado…